Si a esto le sumamos que en la actualidad seguimos sufriendo un gran desconocimiento acerca de la factura de la luz, no es de extrañar que pensemos que no nos queda otra opción que resignarnos y pagar más todos los meses.
Por ello, en este post te vamos a dar las pautas que debes de seguir para optimizar al máximo las facturas de tu nuevo hogar y puedas disfrutar de él sin preocupaciones.
Como ya hemos mencionado anteriormente, en un contexto en el que el precio de la luz se mantiene inestable, es conveniente hacer una comparativa entre el mercado libre o regulado, para localizar la opción que nos beneficie en función de nuestras necesidades.
En este mercado operan más de 250 compañías, por lo que existe una amplia oferta de tarifas y ofertas de luz. Su mayor beneficio es que el precio del kWh es fijado de antemano, por lo que el cliente sabe en todo momento lo que paga por su consumo, y, además, sobre ese precio se pueden añadir diferentes descuentos. Por lo general, los contratos tienen una duración de 12 meses, pudiendo presentar o no permanencia.
Existe una única tarifa llamada PVPC, dónde el precio del kilovatio hora de luz varía cada día y cada hora en función de la oferta y la demanda del mercado mayoritario y del Gobierno. Su mayor desventaja es su inestabilidad, pues el cliente puede sufrir fuertes variaciones e incrementos en las facturas sin previo aviso, aunque no tiene permanencia. Este mercado es conveniente para consumidores vulnerables, pues el estado les facilita un descuento en la factura llamada Bono Social.
Los usuarios podemos elegir voluntariamente si preferimos contratar la luz en el mercado libre o regulada y podemos hacerlo tantas veces como deseemos, además es una gestión gratuita.
Asimismo, la tarifa regulada no se muestra tan competitiva actualmente como las ofertas del mercado libre, a no ser, como hemos comentado antes, que se tenga bono social.
Sin embargo, contratar la tarifa de luz más barata es un proceso completamente personalizado, pues no solo debemos de tener en cuenta el precio del kilovatio hora, si no también el tipo de consumo de la vivienda y los hábitos de sus ocupantes.
Podemos destacar dos tarifas en función del consumo aunque existen multitud de ofertas:
Mantienen el mismo precio del kilovatio hora de la luz las 24 horas del día, por lo que podemos contar con la tranquilidad de que no se produzcan variaciones en nuestra factura, independientemente de las fluctuaciones que se produzcan en el mercado.
Este tipo de tarifas destacan entre usuarios que tienen un consumo más regular o que prefieren despreocuparse de cuando hacer uso de sus aparatos eléctricos.
Estas tarifas dividen el día en dos o tres periodo horarios, de manera que los usuarios pagan un precio del kilovatio hora en función de la franja horaria en la que se realiza el consumo:
- Dos periodos: punta y valle.
- Tres periodos: punta, llano y valle.
Son contrataciones destinadas a usuarios que están en casa en unos horarios determinados o que prefieren adaptar sus consumos más elevados a las horas más económicas.