Los conectores son utilizados para conectar los paneles fotovoltaicos al inversor, y cumplen una doble función: asegurar la correcta conexión de los cables, y protegerlos de los factores ambientales, especialmente de la humedad.
Si la sección del cable solar, y en general, de cualquier cableado eléctrico es inferior a la necesaria, se producirán pérdidas debido a que la corriente que pasa por él será superior a la que puede soportar el cable y, por tanto, se perderá parte de la energía en forma de calor.
Los sistemas de generación solar requieren de cable con unas propiedades especiales para resistir las diferentes condiciones de trabajo a las que se puedan ver expuestos. Calcular la sección necesaria del cable puede depender de factores como la intensidad y voltaje, longitud del cable, y material. Salvo para grandes instalaciones, está estandarizado el uso de cable de 4 o 6 mm2.
Para operar con seguridad, el reglamento electrotécnico de baja tensión (REBT) exige una serie de dispositivos denominados protecciones. En una instalación correctamente ejecutada deberemos encontrar al menos, fusibles en el lado de corriente continua, interruptor magnetotérmico y diferencial en el lado de alterna, y puesta a tierra. La elección de protecciones es algo crítica, ya que de ello depende la seguridad del equipo y la personal.